La industria agroalimentaria del Reino Unido representa un 13,2% del empleo del país y aporta más de 110.000 millones de libras (119.375 millones de euros) a la economía británica. Ésta se verá abocada al cierre en caso de no poder seguir contando con trabajadores de la Unión Europea, según los representantes de los colectivos que forman parte de este sector económico.
«Una reducción abrupta en el número de trabajadores de la UE con posibilidad de trabajar en Reino Unido después del ‘Brexit’ causaría una un significativo trastorno a toda la cadena de suministro de alimentos y bebidas», señalan el Consorcio Minorista Británico (BRC) y la Federación de Alimentos y Bebidas del Reino Unido. «Es necesaria una aproximación dual que apoye el desarrollo de competencias en Reino Unido junto a un sistema de inmigración para los nacionales de la UE que cumpla las necesidades de la industria alimentaria», indicó Andrew Opie, directivo de BRC.
En este sentido, los representantes de granjeros, empresas procesadoras, restaurantes y bares, reclaman al Gobierno que en el corto plazo apruebe la legislación necesaria para garantizar los derechos de los actuales trabajadores de la UE en Reino Unido, además de reconocer el carácter «estratégico» del sector alimentario. Asimismo, los empresarios piden el establecimiento a medio plazo de un sistema migratorio «eficaz y atractivo» y señalan la necesidad de que el Gobierno realice con vistas a más largo plazo las inversiones necesarias en aumentar las competencias de los trabajadores del sector.
Cabe destacar que según una reciente encuesta de la consultora KMPG, alrededor de un millón de europeos que residen en el país se están planteando abandonarlo debido a las causas directas e indirectas del Brexit. La cifra representa el 30% de los ciudadanos comunitarios que viven en el Reino Unido y más de un 3% de toda la fuerza laboral que tiene el país británico.