Este hallazgo arroja luz sobre porqué el proceso de curación de heridas varia según el momento en que éstas se producen.
El reloj biológico del organismo, conocido como ritmo circadiano, tiene una función desconocida hasta ahora: dirigir a los fibroblastos – la célula más común del tejido conectivo- para curar las heridas. Este es el reciente avance de un equipo de científicos británicos, dirigidos por el doctor John O´nneill, de la Universidad de Cambridge. Este hallazgo arroja luz sobre porqué el proceso de curación de heridas varia según el momento en que éstas se producen.
Los científicos explican que la información clínica de la Base de Datos de Heridas por Quemaduras de Gran Bretaña respaldan los resultados de su investigación, publicada en “Science Translational Medicine”. Además, durante la noche, cuando el ritmo circadiano que interviene en las células que curan las heridas no está en su fase circadiana activa, los tiempos de curación son considerablemente más largos. Concretamente tardan un 60 por ciento más de tiempo en curar que las generadas durante el día.
El doctor O´nneill, biólogo molecular de la Universidad de Cambridge, destaca que este hallazgo sobre cuándo es más eficiente la curación de heridas podría aprovecharse para obtener mejores resultados en pacientes que han sido sometidos a procedimientos invasivos. Se ha asociado la interrupción de los ciclos naturales de noche y día con una serie de enfermedades entre las que se incluyen el cáncer y la diabetes, pero los investigadores todavía no saben con exactitud cómo influyen los relojes biológicos en los distintos tipos de células del cuerpo y, en particular, cómo activa cada tipo de célula su reloj específico para mejorar el rendimiento celular.
La comunidad científica da gran importancia al reloj biológico interno del organismo. Cabe recordar que hace unas semanas el premio Nobel de Medicina 2017 se concedió a tres genetistas estadounidenses – los profesores Hall, Rosbash y Young, por sus descubrimientos de los mecanismos moleculares que regulan el ritmo circadiano. Este mecanismo regula el sueño, las ganas de comer, la temperatura corporal o la presión arterial. Los tres han sentado las bases de la cronobiología, nueva rama de la biología. Ahora, los investigadores británicos debaten sobre la posibilidad de que reconfigurar los relojos celulares antes de la cirugía, podría contribuir a optimizar el proceso de curación de las heridas.
José María Fernández-Rúa