Uber, BlaBlaCar, Deliveroo y Airbnb son algunas de las plataformas existentes en internet dirigidas a poner en contacto a proveedores de bienes y servicios con consumidores. El valor total de las transacciones a través de estas cuatro plataformas de economía colaborativa en la UE alcanzó los 28.000 millones de euros en 2015, casi el doble que en 2014. No obstante, cabe destacar la disparidad existente, en el uso de estas nuevas plataformas, entre los distintos países miembros. Portugal y España, con un 8% y 19% de uso respectivamente, destacan frente a países como Francia e Irlanda, con un 36% y 35%. Otro gap importante es el del uso por franjas de edad, siendo los adultos de entre 25 y 39 años los consumidores por excelencia.
El debate sobre la adecuada regulación de este tipo de empresas está a la orden del día en las Instituciones de la UE, con la adecuación de estas nuevas dinámicas a las reglas establecidas de oferta y demanda. A modo de ejemplo, las protestas de los taxistas en media Europa por lo que consideran la competencia desleal de Uber ha empujado a la Comisión Europea a intentar dar una solución comunitaria. Este grupo considera que la exitosa startup no cumple con los mismos requisitos que ellos tienen que seguir para dar el mismo servicio. Es la regulación de los nuevos actores económicos uno de los grandes retos que deben afrontar los legisladores comunitarios.