Una faceta del que fue presidente de las Cortes Generales, Manuel Marín, que apenas se ha mencionado en las necrológicas que le han dedicado diversos medios de comunicación fue la de su trabajo como miembro del Consejo de Dirección del Centro de Estudios de Políticas Públicas y Gobierno de la Universidad de Alcalá. Se incorporó a él poco después de dejar la Presidencia del Parlamento. Durante el tiempo que estuvo allí se dedicó, como siempre lo hizo a lo largo de su trayectoria profesional, con interés, total dedicación y buen hacer, a poner en valor la actividad política. Dirigió tres foros que tuvieron como escenarios el Senado y los Parlamentos de Andalucía y País Vasco. Todos ellos para concienciar a representantes de todos los partidos, la importancia del
Cambio climático y como la política podía influir sobre el mismo.
En la Cámara Alta Manuel Marín reunió, en septiembre de 2008, a un grupo de ponentes de gran prestigio, como haría en los demás encuentros, para analizar este fenómeno desde una perspectiva poco habitual: la vinculación del modelo energético y sus repercusiones sobre el cambio climático desde la perspectiva de la seguridad nacional e internacional. Al término de los debates Manuel Marín reflexionó junto con los asistentes sobre la necesidad de establecer un acuerdo político para combatir el deterioro medioambiental. Hasta el último minuto intentó transmitir la importancia de llegar a acuerdos.
Al año siguiente, en Sevilla, se analizaron los desafíos del cambio climático, que volvieron poco después a la agenda política con Barack Obama como presidente de Estados Unidos. Ya entonces Manuel Marín recordó que estas cuestiones aparecen en el diseño de la Administración Obama como un importante dinamizador de la economía de ese país y un factor de creación de empleo estable y de calidad.
Un año después, en mayo de 2010, el Parlamento Vasco acogió otro foro sobre cambio climático, también bajo su dirección, en el que se debatieron las razones que no permitieron avanzar en la Cumbre de Copenhague.Manuel Martín afirmó entonces que “no se trata de valorar si es un problema del G2, del G20, de los BRIC, de la Unión Europea o de los países menos desarrollados. Se trata de conocer los márgenes de negociación de cada grupo y si pueden ponerse en marcha otros escenarios de negociación que eviten otra gran frustración en México para que no se convierta en una nueva Conferencia de la ONU, con una sucesión interminable de discursos de Jefes de Estado y borradores de texto que hacen inviables losacuerdos”.
Algunos de los diputados, senadores, parlamentarios autonómicos y altos cargos de las Administraciones Públicas actuales tuvieron la ocasión de participar en estos foros y escuchar a Manuel Marín que, poco después, abandonó totalmente su actividad política debido a la enfermedad contra la que ha luchado con valentía y entereza estos años.
Al informar de su fallecimiento, una emisora de televisión escogió unas imágenes en las que se veía a Manuel Marín, como el diputado más joven elegido en las elecciones generales de 1977, que votaba para constituir la Mesa del primer Congreso democrático tras los años de dictadura. Le recogía la papeleta el diputado de mayor edad, fallecido tres días antes que Manuel Marín, Feliciano Blazquez.- Carmen Mateo