Mucho tiempo ha pasado desde que en 1906 la agencia de Ivy Lee, primer despacho de relaciones públicas fundado en Nueva York, envió con motivo del choque de trenes de Atlantic City el primer documento designado como comunicado de prensa. El objetivo era poner en conocimiento de los periodistas la información sobre el hecho en sí y evitar la creación de rumores sobre lo ocurrido. Hecho que preocupaba especialmente a la agencia de Yvy Lee ya que en nada beneficiaría al cliente que representaba.
Es en este momento donde Ivy Lee siembra la semilla de su la aportación más valiosa para todos los profesionales de comunicación: romper la confusión que existía entre comunicación y relaciones públicas. A partir de ahí, se inició la actividad de las relaciones públicas como disciplina independiente.
Así, este comunicado se convirtió en una herramienta que sería aprovechada más tarde por expertos en relaciones públicas para popularizarla entre los periodistas. Sin embargo, y a pesar de que ha pasado más de un siglo, el objetivo de este tipo de comunicaciones, hoy denominado nota de prensa, sigue siendo el mismo: informar a los periodistas de un hecho noticioso susceptible de ser el contenido principal de una noticia futura.
En este sentido, y a pesar de que hoy en día contamos con más herramientas, sí es cierto que la nota de prensa sigue siendo una de las principales. Para que podamos conseguir nuestro objetivo, las claves serían:
1.-Resaltar el hecho noticioso: es la parte más importante ya que el titular debe ser lo bastante importante para despertar el interés informativo del periodista. Antes de enfrentar el momento de “hoja en blanco” debemos valorar si realmente lo que queremos contar aporta un punto de vista informativo, novedoso y de interés general. Si es así, el titular estará muy claro. En caso contrario, mejor valorar si realmente merece la pena continuar con la redacción o mejor realizamos otra acción de comunicación alternativa que sea más eficaz que la realización de la nota de prensa.
2.-Redacción directa, clara y bien estructurada: se trata del mejor aliado del primer punto. Solo a través de una buena redacción y estructura se pueden transmitir nuestros argumentos y mensajes de manera ordenada. Debe existir un titular que presente el hecho más importante e informativo; varios subtítulos que acompañen al titular con datos e información; una entradilla que presente el tema y un cuerpo de texto que explique el contenido aportando datos y detalles. Una vez desarrollada esta parte y en el caso de que queramos hablar de varios aspectos de manera más concreta, uno o varios ladillos que nos permitan detenernos en un tema en detalle. En este sentido, si por ejemplo estamos hablando de la incidencia de algún tipo de patología relacionada con la salud y queremos destacar algún aspecto como el social o el económico, una buena opción es incluir un ladillo o apartado que responda a esa información. Es la mejor manera de dividir la información y resaltar los aspectos más importantes.
3.-Incluir referencias y contactos que puedan ser consultados: la incorporación de declaraciones de algún experto o portavoz que sea experto en el tema central es muy importante. Gracias a ello, el periodista en el caso de querer ampliar la información, puede contar con alguna referencia adicional además de solicitar una posible entrevista. Si además podemos aportar algún estudio adicional que sea fuente de información adicional, será una referencia de valor para los periodistas. Además de esto, debemos incluir un boiler platecon información de la empresa o proyecto que fomente o respalde la información que se describe y los datos de contacto para que cualquier periodista pueda resolver todas sus dudas.
Si además de esto, podemos acompañar la información con alguna imagen de calidad o infografía, será el acompañante perfecto. Ya estamos listos para hacer el envío. Debemos asegurarnos que se realiza a los contactos adecuados y que están interesados en recibir información sobre ese tema en concreto.