El año 2020 fue decisivo para el cambio en el paradigma de la comunicación. Empresas y organizaciones tuvieron que adaptarse a un nuevo entorno incierto, determinado por la incorporación de la comunicación digital a sus sistemas de control de información y datos. El impacto de la pandemia obligó a agilizar el proceso de transformación digital tanto para empresas como para clientes, acelerando una nueva tendencia comunicativa. Y es que la era digital ha dejado ver un entorno cambiante, cambiando la forma en la que los individuos interactúan en el área personal, social y profesional.
Pero ¿cómo puede definirse esta nueva vertiente? Según Patricia Bertolotti, profesora de la Universidad Nacional de Misiones, la comunicación digital es el intercambio de mensajes realizado a través de medios tecnológicos tales como páginas web, bases de datos, blogs, newsletters, plataformas y redes sociales. Estas herramientas digitales facilitan el flujo constante de información dentro de la empresa, y la necesaria retroalimentación con públicos internos y externos. Pero, para ello es imprescindible contar con los mejores desarrolladores de programas, una alta capacidad técnica y aplicaciones que se adapten a la institución en cuestión. Por eso, el verdadero reto está no sólo en digitalizarse, sino en comprender la dinámica de la comunicación digital, y adaptar los canales y mensajes a la cultura de la empresa.
Acostumbrados a vivir en una sociedad digitalizada, donde prima la rapidez antes que la calidad, y rodeados de fenómenos tales como las fake news, es necesario que las organizaciones sean capaces de mantener la actualización de la información. Asimismo, a través de herramientas digitales, la empresa puede ofrecer transparencia y credibilidad a los clientes, respondiendo de manera clara e inmediata a posibles crisis de comunicación.
Las herramientas digitales son variadas, están al alcance de cualquier empresa, y permiten transmitir la información de forma eficiente, concisa y ágil. Así pues, la entidad puede medir los resultados de las campañas a través de medios asequibles y sencillos como plataformas de monitoreo y de gestión de proyectos, de analítica digital y gestión de comunicación, y aplicaciones de e-commerce y servicio al cliente. Es importante que la empresa responda a una estrategia bien definida, con unos objetivos claros, que se ejecute transversalmente en la organización. De este modo, una buena comunicación digital mejora la imagen de la marca y su reputación, consiguiendo que el público objetivo sienta afinidad por la empresa.Por otro lado, algunos de los principales elementos que deben tenerse en cuenta para implementar las herramientas son el coste, la funcionalidad, el impacto, la utilidad y la rentabilidad para la empresa. Sin embargo, estas herramientas no funcionan por sí mismas si no existe un plan previo. Por eso, resulta clave que las empresas sean capaces de integrar tecnología, procesos, estrategia y un equipo especializado, para conseguir una comunicación fluida tanto a nivel interno, entre colaboradores y empleados, como externo, con clientes y proveedores.
Candela Gortari Ferrándiz
Analista en Prácticas