Primero fue reducir el consumo de azúcar en los alimentos y ahora el objetivo es combatir el sobrepeso y la obesidad infantil. Las autoridades sanitarias del Reino Unido están centradas en actualizar este plan, haciendo hincapié en eliminar el exceso de calorías que ingieren allí los niños. Las comidas preparadas, las pizzas, hamburguesas, sándwiches y bocadillos son el enemigo a abatir.
Según las autoridades británicas los adultos consumen en las islas entre doscientas y trescientas calorías más de sus necesidades diarias. Y, como es natural, los niños los imitan. En principio y siguiendo las directrices que marcaron el plan de reducción del consumo de azúcar, quieren disminuir un 20 por ciento la venta de los alimentos mencionados líneas arriba en solo tres años. En estos momentos uno de cada tres niños británicos tienen sobrepeso o son obesos cuando abandonan la escuela primaria. Esta cifra se traduce en un aumento de los diagnósticos de diabetes 2. Es justo recordar ahora al profesor Grande Covián, don Paco, y su famosa frase “poco plato y mucho zapato” para combatir el sobrepeso.
El Gobierno británico actuará de lobista con la industria alimentaria y los minoristas de la “comida basura” para sensibilizarles, porque quiere tener ya datos positivos a principios del año próximo. Pero no todo van a ser medidas coercitivas. Y como ejemplo destacan los cinco millones de libras que ya tiene la Universidad de Londres para que un equipo multidisciplinar de expertos encuentren “una comprensión más profunda” de las causas sociales y económicas de la obesidad infantil, en las que parece que tienen un papel de relieve las desigualdades sociales y la publicidad de determinados alimentos.
El gobierno está aumentando su inversión en investigación para desarrollar una comprensión más detallada de las causas sociales y económicas subyacentes de la obesidad infantil. Con este fin, el Departamento de Salud ha financiado una unidad de investigación de políticas – el instituto nacional de 5 millones de la Universidad de Londres – que buscará desarrollar una «comprensión más profunda» de las causas de la obesidad infantil, incluyendo la comercialización a los niños y las familias, a las desigualdades sociales ya los primeros años de la infancia.
José María Fernández-Rúa