La irrupción de las TIC y el Big Data supone tantos desafíos como oportunidades de crecimiento para las economías nacionales
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), únicamente el 17% de los países utilizan el Big Data y tienen programas regulatorios para gestionar su uso. España, por su parte, incorporó el desafío digital en 2016 con la reestructuración del actual Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital. De igual forma, en noviembre se constituyó un grupo de expertos cuyas conclusiones se plasmarán en el Libro Blanco sobre la Inteligencia Artificial.
Se trata de un documento que tendrá un periodo de elaboración de seis meses e incluirá un diagnóstico sobre el uso creciente de los datos en las Administraciones Públicas y en las empresas, entre las que destacarán las especializadas en el sector salud. Las recomendaciones servirán para que el Ejecutivo impulse la elaboración de un código ético sobre el uso de los datos en la Administración, así como un código de buenas prácticas para las empresas en el uso de la Inteligencia Artificial y los datos. Entre los expertos destacan responsables de empresa tecnológicas, universidades y organismos internacionales.
Este avance sobre Big Data ha sido presentado por el secretario de Estado para la Sociedad de la Información y la Agenda Digital, José María Lassalle, con el objetivo de abordar las implicaciones sociales, jurídicas y éticas de la utilización de la Inteligencia Artificial y el Big Data en el sector privado, la Administración Pública y la sociedad en general.
Cabe destacar que el negocio de los datos crecerá hasta los 5.500 millones de euros en Europa en 2018, siendo el sector bancario el que más está apostando por ello. La irrupción de las TIC y el Big Data supone tantos desafíos como oportunidades de crecimiento para las economías nacionales; es la razón por la que el Gobierno de España quiere impulsar una nueva regulación.