“Con la implementación de este impuesto, llenar el depósito de un vehículo diésel costaría 9,55 céntimos más por litro”
Con la premisa de que el gasóleo contamina más que la gasolina, el Gobierno de Pedro Sánchez está dispuesto a dar un giro a la fiscalidad medioambiental, incrementando el impuesto especial que agrava el gasóleo. De este modo, llenar el depósito de un vehículo diésel costaría 9,55 céntimos más por litro que un automóvil de gasolina.
De acuerdo con la alternativa presupuestaria presentada por el Partido Socialista, principal grupo de la oposición antes de la Moción de Censura a Mariano Rajoy, una de las medidas que intentará aprobar el Ejecutivo será la equiparación de la fiscalidad del combustible diésel y de la gasolina. Con la puesta en marcha de esta medida, el nuevo Ministerio de Transición Ecológica pondría en escena el compromiso de este Gobierno con el Medio Ambiente.
Actualmente, el Impuesto Especial de la gasolina es de 40,25 céntimos por litro, y el del gasóleo de 30,7 céntimos, y la idea que contempla el Ejecutivo es incrementar éste último igualar la presión fiscal de ambos productos. Con la implementación de este impuesto, el Gobierno estima recaudar 2.100 millones en cuatro años a costa del diésel. Asimismo, la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, ya ha subrayado que se ha creado un Grupo de Trabajo para abordar esta cuestión y que está previsto que la equiparación se lleve a cabo de forma paulatina. El planteamiento desde el Ministerio de Medioambiente es recaudar 600 millones de euros cada año, al mismo tiempo que se reduce el consumo del carburante más contaminante.
A pesar de las voces que alertan de que esta medida, lejos de ser de carácter medioambiental, se trata de una forma de recaudación encubierta, desde el Ministerio aseguran que este tipo de fiscalidad – que se plantea desde Europa- está dando respuesta a una fiscalidad propia del siglo XXI. En este sentido, el Gobierno afirma que trata de incentivar que las empresas, especialmente, eliminen los comportamientos agresivos con el medio ambiente.
Sin embargo, algunos lobbies, como los colectivos de conductores de autobuses y taxistas, no están de acuerdo con esta medida. La Confederación Española de Transporte en Autobús (Confebus) reclama que esta medida penalizaría al autobús, que contribuye a las arcas públicas con más de 1.000 millones de euros. Por su parte, la Asociación Gremial de Auto Taxi de Madrid comenta que, pese al esfuerzo de renovar sus flotas, en Madrid aún siguen funcionando con gasóleo 10.175 automóviles. Por ello, estos colectivos piden que se les exima del alza del diésel y que se les aplique el presupuesto alternativo como a los transportistas y a los agricultores.
Helena Pastor
Consultora de Asuntos Públicos