La industria ganadera y agroalimentaria lleva años realizando acciones de lobby para conseguir que se indique la procedencia de los productos lácteos.
En julio de 2017, el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente envió a Bruselas el borrador del Real Decreto sobre el etiquetado de origen de la leche como materia prima y los productos lácteos, como respuesta a la actividad de lobby que ha estado realizando la industria ganadera durante los últimos años en España. Además, en el mes de abril, el Ministerio inició una consulta pública para que ciudadanos, asociaciones y organizaciones pudiesen mostrar sus intereses sobre este tema.
Sin embargo, el último informe publicado por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) se aleja de los intereses comunicados por el Gobierno, la ciudadanía y la industria ganadera y agroalimentaria. Esta última ve el proyecto del etiquetado del origen de la leche como una medida para ordenar el mercado, mantener la estabilidad de precios actual y aumentar la competitividad de los productos españoles fuera de nuestras fronteras. La población española, por otro lado, ha mostrado interés por conocer más sobre la procedencia de la leche, que se ha materializado en el último “Barómetro del clima confianza del sector agroalimentario” sobre la leche y productos lácteos, elaborado por el Ministerio de Agricultura, en el que el 46% de los consumidores asegura que pagaría más si se le garantiza que la leche es 100% española.
Hasta ahora, la normativa vigente desde año 2011 solo contempla incluir el origen geográfico de los productos en los etiquetados de manera voluntaria. El nuevo borrador examina la necesidad de referenciar en todas las etiquetas de la leche y los productos lácteos el país de ordeño del animal y el país de transformación, si la leche ha sido alterada para convertirse en otro alimento derivado. Por el contrario, el documento de la CNMC explica que la obligación de incluir en las etiquetas esta información podría constituir una restricción de la libre circulación de mercancías y crear un efecto proteccionista a los productos españoles frente a los extranjeros.
No es la primera vez que Agricultura y la CNMC tienen posturas enfrentadas con respecto a la regulación de productos alimentarios. Ya ha sucedido en otros sectores como el del pollo o el aceite, con motivo a la regulación de precios.
Los responsables de asociaciones y patronales confían en que la postura de la comisión no afectará a la aprobación del Real Decreto y España pueda sumarse a otros países europeos, como Italia, Francia, Portugal, Grecia o Lituania que sí aplican normativas para el etiquetado de la leche por origen y procedencia.
Margarita Guillamón