Ferrán Martínez Navarro, exdirector y profesor emérito de la Escuela Nacional de Sanidad ISCIII, ha sido el encargado de inaugurar la cuarta Aula Virtual del Centro de Estudios de Políticas Públicas y Gobierno de la Universidad de Alcalá (CEPPyG). En ella, ha ahondado en el comportamiento del SARS-CoV-2 en la población y las actuaciones de salud pública.
En lo que respecta a la evolución de la pandemia del nuevo coronavirus, el profesor Martínez Navarro sostiene que el clima y la estructura de concentración urbana podrían ser dos factores que se intuyen como determinantes.
“La distribución de la COVID-19 en España y en el mundo demuestra que se trata de una enfermedad que se transmite por contacto de persona a persona, lo que explica la importante agregación temporo-espacial que muestra. Tres polos: Madrid-Castilla y León y Castlla La Mancha, Cataluña, y País Vasco Vasco-La Rioja-Navarra tienen las mayores tasas de incidencia de casos. Esto demuestra la importancia de la densidad de población, el factor urbanización y las comunicaciones que se producen entre poblaciones limítrofes. Puede haber influido también la climatología, en el sentido de que el frío y la sequedad podrían ser fenómenos facilitadores de la transmisión”, explica.
Sobre cómo debe plantearse la gestión de los casos y de la epidemia en el futuro, el profesor Martínez Navarro incide en la importancia de reforzar la vigilancia epidemiológica; es decir, de detectar y estudiar potenciales pacientes por sus síntomas y aislar, si procede. En este sentido, en los casos menos graves, que no requieren hospitalización, es partidario del aislamiento de los pacientes en sus domicilios, con un seguimiento diario de su evolución. Así, ha destacado el papel clave de la Atención Primaria, tanto en la detección de los casos sospechosos como en su seguimiento domiciliario, y el papel de los epidemiólogos en la investigación de brotes epidémicos de ámbito local para la contención de la epidemia.
A este respecto, ha mencionado el caso de Corea o Singapur, países en los que se ha priorizado la detección temprana, mediante la investigación y el aislamiento de pacientes y contactos sospechosos, para reducir al máximo las actividades de transmisión.
Como conclusión, el profesor Martínez Navarro ha destacado la encuesta de seroprevalencia como uno de los pasos primordiales que habrá que dar para confirmar el tamaño de la población infectada y realizar previsiones de futuro realistas.