En la búsqueda incesante por encontrar dianas moleculares a las que dirigir, si es posible, nuevos fármacos aún por descubrir para frenar el deterioro que produce la enfermedad de Alzheimer, un equipo multidisciplinar de investigadores y clínicos estadounidenses de la Universidad de Emory y del Veterans Affairs Medical Center, en Atlanta, han encontrado un vínculo entre la aparición temprana de esta demencia y altas dosis de colesterol LDL (lipoproteínas de baja densidad), conocido popularmente con el calificativo de “malo”.
El trabajo dirigido por el doctor Thomas Wingo, que se publicó en “JAMA Neurology”, abre la puerta a la mejor comprensión, por parte de los neurocientíficos, sobre el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer y cuáles son sus posibles causas, incluyendo la génica. Este especialista en Neurología de la Universidad de Emory recuerda que hace tiempo se demostró que una mutación en el gen APOE es un factor de riesgo para la aparición de la enfermedad y su variante APOE4 incrementa los niveles de colesterol en el organismo de las personas afectadas, de forma especial el colesterol LDL.
Para realizar este estudio el doctor Wingo y su equipo secuenciaron regiones específicas del genoma de un total de 2.125 voluntarios, de los que 615 habían sido diagnosticados de Alzheimer de inicio temprano. El resto fue la muestra control. A los pacientes de Alzheimer también se les hicieron análisis para determinar la cantidad de colesterol LDL en sangre. Así, encontraron que aquellos con altos niveles de LDL tenían más probabilidades de tener Alzheimer de inicio temprano, en comparación con el resto. Acertaron al controlar aquellos pacientes con la mutación génica APOE. La conexión entre Alzheimer y el colesterol “malo” es clara, pero subrayan que es necesario hacer un estudio mayor para reconfirmarla.
José María Fernández-Rúa
PUBLICADO EN A TU SALUD (LA RAZÓN) EL DOMINGO 9 JUNIO 2019