Las nuevas aplicaciones han hecho que consumamos información de manera completamente distinta a como lo hacíamos hace cinco o diez años
Resulta innegable que estamos viviendo la cuarta revolución industrial con la llegada de la tecnología a nuestras vidas. Desde hace poco podemos realizar prácticamente cualquier cosa desde nuestros smartphones, tabletsy ordenadores portátiles. Además, con la llegada de la Inteligencia Artificial (AI en sus siglas en inglés), nuestros hogares se han convertido en entes inteligentes que nos leen las noticias más destacadas del día, nos dicen si necesitaremos un paraguas para salir de casa, reproducen lo último de Michael Bubléen Spotify o apagar las luces de nuestro salón.
Estos aspectos han hecho que la comunicación y la forma de transmitir la información hayan cambiado drásticamente, adaptándose a los formatos, mensajes y dispositivos para que podamos tener todo en tiempo real.
¿Cómo puede afectar esto a la comunicación?
Los periodistas están cada vez más acostumbrados a recibir información en sus teléfonos inteligentes, las convocatorias de prensa y las notas se envían, cada vez más, a través de herramientas como WhatsApppara que lleguen de manera más rápida y efectiva a sus destinatarios.
En este sentido, no solo han cambiado los soportes, sino que también se han adaptado los contenidos a las necesidades de los públicos. La realidad virtual, material audiovisual en 4K o imágenes y documentos interactivos son recursos cada vez más demandados. Esto enriquece y complementa a las herramientas habituales, aportando valor añadido a la comunicación que realizamos.
Asistentes virtuales
La irrupción de Alexa, Sirio Google Homeen los hogares ha hecho que los medios de comunicación, como ABCo El País, adapten los principales titulares del día a estas nuevas plataformas. El altavoz inteligente lee las noticias a los usuarios, condensando la información para que sea más fácil de consumir. Esto significaría que, en un futuro, el trabajo de las consultoras y agencias podría estar encaminado a gestionar información para estos dispositivos.
Asimismo, las nuevas aplicaciones han hecho que consumamos información de manera completamente distinta a como lo hacíamos hace cinco o diez años. Netflix o Instragramson los claros ejemplos de que la tecnología está influyendo en la forma en la que consumimos información y de que los canales habituales, como la radio o la televisión, no ofrecen a los usuarios toda la información que necesitan.
Según un estudiosobre las implicancias políticas que tienen en las nuevas audiencias el llamadostreaming, que ofrecen las aplicaciones antes citadas, se ha detectado que aquellos que ven televisión por internet son mucho más activos en relación en comparación con la población de hace 10 y 20 años. Asimismo, el poder elegir qué ver, cuándo y dónde, aporta una sensación de interactividad y libertad en la que los sujetos ven como sus acciones modifican su entorno. Como ejemplo, Bandersnatch, la película de la aclamada serie Black Mirror,ha supuesto un antes y un después en el consumo de información. En ella, los usuarios podían elegir qué cereales podía tomar el personaje, qué música escuchar o si tomar un camino u otro.
Es por esto que estamos asistiendo al “cambio” del mundo de la comunicación, al cambio del consumo de información, donde el poder de internet y de la sociedad hacen que la oferta cambie y se adapte a la necesidad de los consumidores y de nuestros clientes.
Renny Núñez
Consultor de Comunicación y Lobby en Cariotipo