“Una nueva herramienta puede modificar, además del ADN, el ácido ribonucleico”
La investigación básica en biomedicina, gracias a la ingeniería genética o génica y a la genómica, está arrojando resultados impensables hace solo unos años, en la esperanza siempre de una rápida aplicación en clínica. La tecnología CRISPR es el ejemplo más nítido. Actúa como unas tijeras moleculares que pueden cortar cualquier secuencia del ácido desoxirribonucleico (ADN) del genoma, de una forma precisa con la posibilidad de introducir cambios allí. Los científicos coinciden en asegurar que el desarrollo de esta tecnología supone un nuevo capítulo para la ingeniería genética, ya que con esta herramienta es factible alterar, editar y corregir el genoma de cualquier célula de una forma muy económica y precisa.
El penúltimo avance en este campo, el último puede llegar en cualquier momento, lo han protagonizado un equipo de científicos del Instituto de Tecnología de Massachusetts y de la Universidad de Harvard (EE. UU.) dirigidos por D. Cox y J. Gootenberg. Estos investigadores han diseñado una nueva versión de esta tecnología que es capaz de editar ácido ribonucleico (ARN), con lo que se podrán corregir mutaciones en diferentes ventajas de tiempo. Concretamente se han centrado en el sistema CRISPR-Cas, que es utilizado como defensa por algunas bacterias para eliminar virus, entre otros agentes patógenos.
Como señalan en el último número de “Science”, la herramienta CRISPR-Cas13b que han logrado tiene capacidad suficiente para corregir múltiples mutaciones que, si bien por si solas podrían no alterar el riesgo de la enfermedad, combinadas si tendrían capacidad de efectos aditivos y, por tanto, la posibilidad de modificar la enfermedad
PUBLICADO EN A TU SALUD (LA RAZÓN )EL DOMINGO 29 DE OCT 2017
José María Fernández-Rúa